Lo bueno de tener niños es que puedes revivir a través de ellos las cosas que te gustaban de pequeño. Si una mujer de treinta y dos años se va sola de paseo a Plaza Catalunya (Barcelona) y se pone a dar de comer a las pálomas, será vista como alguien extraño. La loca de turno amante de los animales que disfruta rodeada de palomas. (No sé porque a los adultos no les suelen gustar las palomitas) En cambio si vas con un niño, todo es diferente……..
Yo amo a las palomas, pero parece que está de moda decir que dan asco y que son ratas con alas :(
ResponderEliminarEs bonito darles de comer a las palomas, ver cómo se acercan al echarles comida, aunque a mí la verdad es que las palomas no me gustan mucho, les cogí manía cuando era pequeña, mi madre estaba obsesionada con que las aves transmitían enfermedades y no podíamos acercarnos a un ave ni coger una pluma.
ResponderEliminarBesitossssssss
eso es lo que yo siempre oigo: que las palomas dan mucho pero que mucho asco! yo imagino que si te dedicas a ponertelas en el hombro y demás pues si, pero si vas a darles de comer un rato.....es divertido! ;)
ResponderEliminarCon los niños la vida es muuucho más divertida (y yo, que ya soy como una cría sin mi hijo, ni te cuento...).
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